por Rafael Díaz Torres | Centro de Periodismo Investigativo
Tres hombres se guarecían bajo el árbol para aprovechar la sombra ante el intenso calor del mediodía.
El pronóstico del tiempo para ese viernes, 27 de septiembre, anticipaba que, con el índice de calor, la temperatura en Utuado podría llegar a sentirse casi en los 100 grados Fahrenheit.
Pero los tres hombres sabían que no podían quedarse en sus casas. Valía la pena aguantar el calor porque habían esperado dos años para presenciar el evento.
El nuevo puente de la avenida Ribas Dominicci, en la carretera PR 111 que conecta a los municipios de Utuado y Jayuya, sería finalmente inaugurado luego de que el embate del huracán María el 20 de septiembre de 2017 lo dejara inoperante.
Más de una docena de residentes de Utuado comenzaban a aglomerarse cerca del puente de metal. Algunos llegaban a pie. Otros hacían fila en carro, esperando que sus vehículos fueran los primeros en estrenar la estructura.
Un hombre se acercó cargando un cuadro con la foto de una perrita.
“Esta es Mota, mi perrita. Ella me acompañaba a las protestas cuando exigíamos que avanzaran con terminar este puente”, me dijo don William Cortés.
El hombre era residente del sector Judea. Quienes lo conocían, lo identificaron como fanático leal de los Montañeses de Utuado en el béisbol Doble A.
“Él acompaña al equipo a todos los parques y siempre carga el cuadro de la perra Mota”, explicó el compueblano y empleado de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), Jorge Pérez.
Aunque el puente de metal lo erigieron de manera temporal debido a la crisis fiscal del Gobierno de Puerto Rico, un puente provisional puede durar hasta el próximo ciclón o hasta que colapse con un evento típico de lluvias fuertes, tal como ocurrió hace unas semanas con un puente similar construido en Barranquitas después del huracán María.
El alcalde popular de Utuado, Ernesto Irizarry Salvá, no aparecía por los alrededores del puente ni participó de la improvisada ceremonia de reapertura del proyecto de infraestructura. Sí estaba allí la ingeniera María Ayala, directora regional de la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT).
“El alcalde está en la emisora. Lo acabo de escuchar ahora”, explicó un vecino del área que llegó a presenciar la reapertura del puente.
Minutos después, uno de los hombres que usaba casco de construcción levantó su brazo e hizo la señal de que los carros formados en fila ya podían pasar por el puente.
“¡Viva la Palma!”, gritó el conductor del tercer carro que pasó por el puente. Algunos hombres respondieron con entusiasmo al grito de guerra que identifica a los seguidores del Partido Nuevo Progresista (PNP).
Don William se montó en su guagua y colocó el cuadro de Mota sobre el cristal delantero del vehículo. Prendió el motor, cruzó el puente y con entusiasmo tocó la bocina repetidamente. Luego viró, regresó al punto de partida, se bajó y agarró nuevamente el cuadro con la imagen de la perra.
El cuadro leía “Yo soy Mota, la Brava, la Reina, la Maravilla”.
“Eso es un proyecto que le conviene al pueblo de Utuado. Es un triunfo para Utuado y por eso yo estuve con la perrita en las primeras dos protestas y hoy estoy aquí celebrando este día con la perrita y con todo el público aquí”, me dijo emocionado Don William sobre la reapertura del puente.
“Está tremendo, está de show. ¡Qué viva Mota y qué viva Utuado!”
Tras la euforia, Don William se marchó. Su rostro era de satisfacción, como pensando: “misión cumplida, Mota”.
Hasta allí también llegó el exalcalde de Utuado y exlegislador penepé, Waldemar Quiles.
“Cuando yo era alcalde, ese puente era fuerte. Ahora es una estructura mucho mejor construida. Es más fuerte”.
Jorge Pérez, empleado de la AEE, es una figura conocida por muchos en el barrio Viví Abajo de Utuado.
“Puedo llevarlo a ver los vados que siempre se inundan cada vez que llueve fuerte en Utuado”, me dijo en referencia a un tipo de estructuras vial pequeña que se construye sobre cuerpos de agua de poca profundidad para permitir el acceso peatonal y vehicular.
Abordamos mi carro y con las direcciones de Jorge, llegamos al sector Las Cuevas en Viví Abajo. Nos bajamos en un vado. Estaba en una carretera municipal. Fue construido por la comunidad como gestión de sobrevivencia ante la incomunicación que con frecuencia experimentan.
“Colapsa; si llueve mucho, vuelven a quedarse incomunicadas todas estas personas aquí. Aquí hay un poco de cemento con un macarrón (tubo de cemento utilizado para cubrir cables de electricidad), pero está roto por allá y está roto por acá”, explicó Pérez sobre el vado del cual dependen varias comunidades del barrio Viví Abajo para movilizarse y realizar sus rutinas cotidianas.
Estando allí frente al vado recibí la llamada del Alcalde.
“¿Dónde estás? Es que estaba en la estación, pero voy de camino a Jumao a almorzar. Puedes llegar allí”, dijo Irizarry Salvá. Se dirigía a un negocio de café ubicado frente a la Plaza de Recreo.
“Estoy en Viví Abajo viendo unos vados. Voy de camino a ver otro, pero no debe tomar mucho tiempo. Cuando termine, llego a Jumao. Quiero decir, que llegaré a la cafetería Jumao, para que no me malinterprete”, aclaré. .
“Te espero aquí y me entrevistas”, sentenció el Primer Ejecutivo utuadeño.
En lo que se concretaba el encuentro con Irizarry Salvá, el recorrido en carro por Viví Abajo continuó junto a Pérez.
Minutos después, estábamos frente al otro vado. Esta vez, en la carretera del sector La Mula.
Era evidente que el vado fue producto de una improvisación comunitaria. Parecía un rompecabezas montado como medida de sobrevivencia. Había todo tipo de materiales recogidos de los escombros dejados por el huracán María del 2017.
“Aquí los residentes cogieron cantos de poste, los tensores de telefónica y zinc, que lo metieron con goma aquí adentro. Si tú miras la barricada, es zinc y vallas de seguridad que usan en el expreso. Las pusieron y rellenaron el hoyo que estaba dentro del puente y llevan más de un año y pico pasando por aquí. Esto no ofrece ningún tipo de seguridad”, explicó Pérez.
Además de Las Cuevas y La Mula, también dependen de esos vados para su movilidad cotidiana las comunidades La Conchita, La Capilla y el barrio Arenas.
De regreso a la avenida Ribas Dominicci, Pérez se despidió.
El Primer Ejecutivo municipal seguía en Café Jumao.
Dos días antes, Utuado tuvo la visita de la gobernadora Wanda Vázquez Garced. El Primer Ejecutivo municipal e integrante del Partido Popular Democrático (PPD) recibió a la mandataria del PNP. Hablaron sobre el atraso en el desembolso de los fondos de recuperación como algo “inaceptable”, según lo describió la Gobernadora mientras conversaba con Irizarry Salvá .
Las lluvias de esa semana producto de la tormenta tropical Karen provocaron nuevamente la incomunicación de comunidades utuadeñas. Esta vez le tocó el turno a la comunidad de Parcelas Pons, luego de que el Río Caonillas se saliera de nuevo de su cauce.
Vázquez Garced anunció junto a Irizarry Salvá que abriría el puente de la avenida Ribas Dominicci, sin precisar fecha. Hasta allí llegó la prensa y el anuncio de la Gobernadora se anunció en televisión, pero ningún reportaje de prensa indicó cuándo sería la apertura. “¿Por qué no fue a la actividad de reapertura del puente? ¿Se sabía que eso sucedería hoy?”, le pregunté al Alcalde.
“Yo no sabía. Me entero porque se empieza a regar por redes sociales”, aseguró Irizarry Salvá.
“Pero usted es el Alcalde, aunque el puente sea del gobierno central”, le dije.
“Pues eso es politiquería”, contestó con resignación el político del PPD.
Luego hablamos de los vados construidos por las comunidades sin ningún tipo de regulación, debido a la necesidad de movilidad y de no quedar incomunicadas.
“Los puentes municipales viejos, todos funcionan. Los nuevos son los que no sirven. Aquí hay un chorro de puentes municipales que los hicieron empleados municipales con los vecinos. Hicieron los pilotes en la misma piedra en el río. Aguantan. No les pasó nada en el huracán”, aseguró el Alcalde.
“Si tú te vas ahora a Las Cuevas, pues a esos vados se les va por encima el agua. Se quedan incomunicados, es la realidad, pero baja la creciente en dos o tres horas y siguen funcionando”, añadió el Primer Ejecutivo de Utuado.
Se cuajaba una defensa municipal sobre el tema de los vados. El Alcalde parecía anticipar las próximas preguntas. Como político experimentado sospechaba que vendrían más preguntas sobre los vados.
– ¿No le causa temor que esos vados improvisados y sin ningún tipo de rigurosidad en la construcción representen un peligro para esas comunidades?
-Están ahí, han funcionado. Lo que funciona no se cambia – respondió Irizarry Salvá como quien esperaba la pregunta y ya tenía la respuesta almacenada en su arsenal de argumentos.
Al igual que la Autoridad de Carreteras y Transportación, Utuado no cuenta con un inventario de puentes vulnerables ante el paso de eventos atmosféricos intensos. Irizarry Salvá entiende que la ACT debería hacer ese inventario.
“Debe de haber un inventario. ¿Por qué no pueden tener el inventario?”, cuestionó el alcalde.
El borrador del plan de mitigación que el municipio entregó para evaluación de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) no incluye una lista de puentes y vados municipales que se consideren vulnerables a eventos de lluvias intensas y sucesos extremos como terremotos. De los 11 municipios que han entregado el borrador final de su mitigación y que han sido publicados por la Junta de Planificación, solo Barranquitas presentó una lista de puentes municipales vulnerables.
“Se puede hacer, claro que sí. Pero lo que funciona no se cambia”, repitió el alcalde dándole continuidad a su defensa de los vados levantados por las comunidades.
La entrevista fue transformándose en una conversación de cafetín. Irizarry Salvá lucía exhausto y se recostó sobre un sofá mientras respondía cada pregunta con café en mano. No había escritorio ni los típicos cuadros que cuelgan en las paredes de las oficinas de alcaldes. Pasadas las 2:30 p.m., el cielo comenzaba a nublarse. Algunas hojas volaban por la Plaza de Recreo. Anunciaban un episodio típico de precipitación en la montaña. “El problema es que no hay chavos. Dependemos de que suelten los fondos de recuperación”, sentenció el alcalde.
Comenzaron las lloviznas. Aunque no se anticipaba un evento de lluvia intensa ese día, las preocupaciones de la gente en las comunidades eran las mismas que hace tres días, cuando se anunció la tormenta tropical Karen.
Rafael R. Díaz Torres es miembro de Report for America
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