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Esta ecuación basada en los datos de la OMS ha sido validada por varios expertos, entre ellos la epidemióloga Cruz María Nazario, el Dr. Juan Carlos Reyes, director de la escuela de Epidemiología y Bioestadística de la Escuela de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico y miembro del Task Force gubernamental, y la doctora Daphne Delgado, presidenta de la Sociedad Puertorriqueña de Neumología.
El doctor Jorge Santana Bagur, infectólogo también parte del Task force, reconoció al CPI que Puerto Rico no cuenta con la capacidad de ventiladores “para tanta gente”.
“Este virus tiene la capacidad de hacer daño bastante significativo al pulmón, y eso toma tiempo en regenerarse, y muchas veces la persona puede estar tres a cuatro semanas en un ventilador hasta que se puede sacar”, manifestó Santana Bagur.
En Puerto Rico hay un inventario de 880 ventiladores, de los cuales 330 están en uso constantemente para pacientes con otras condiciones. Esto deja solo entre 500 y 550 disponibles por día para pacientes de de COVID-19 u otras enfermedades, según datos del Departamento de Salud.
Las cifras que ha ofrecido el Gobierno sobre la compra de los ventiladores varían cada vez que se le pregunta. El 19 de marzo, la Gobernadora anunció en rueda de prensa que ordenó la compra de 120 ventiladores, a un costo de $2.8 millones. Luego, esta semana, el RCM indicó al CPI que el Gobierno ordenó la compra de otros 1,000 ventiladores, por recomendación del Task force. Además, que solicitaron a FEMA fondos para adquirir otros 2,500 ventiladores, dijo Ángel Hoyos, oficial de comunicaciones del Task force. Dos fuentes del CPI indicaron que Salud había finalizado la compra de menos de 300 ventiladores que llegarían entre abril y junio. Pero el jueves, sin embargo, luego de anunciar que el Negociado de Manejo de Emergencias tomaría control de la compra de estos equipos, el director del Task force, Dr. Segundo Rodríguez, dijo que el Gobierno ya había ordenado más de 3,000 ventiladores a través de esta agencia. El Dr. Rodríguez no pudo precisar cuándo llegarán estas máquinas a Puerto Rico y dijo que se adquirirían más de ser necesario. Según el Dr. Rodríguez, la isla necesita más de 3,000 ventiladores para enfrentar la situación.
“No van a haber ventiladores nuevos entrando; la producción está limitada. Puerto Rico no va a estar entre los primeros territorios a donde van a mandar esos suministros, porque ahora mismo en los estados de emergencia, Nueva York es el primer estado sobrepasando a Washington y California, que fueron los primeros estados afectados por el coronavirus”, advirtió la neumóloga Delgado.
En los hospitales en Estados Unidos hay disponibles 150,000 ventiladores y otros 12,700 que se utilizan para atender emergencias, pero existe la posibilidad de la escasez de estas máquinas mientras los casos siguen en aumento en estados como Nueva York. Los fabricantes de estos equipos, tanto en Estados Unidos como en Europa, manifestaron que no podrían acelerar la producción y tenerlos listos en poco tiempo.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) comenzó a autorizar desde finales de marzo a los fabricantes de equipos médicos, como los ventiladores, a que puedan utilizar diferentes productos y proveedores para fabricarlos. Esta autorización de emergencia también incluye que las empresas de carros puedan fabricar ventiladores. Los hospitales y otros proveedores de salud también pueden modificar sus máquinas para convertirlas en ventiladores. La FDA también está permitiendo que los hospitales puedan usar sus ventiladores aunque estén expirados. Recientemente, se anunció que el fabricante de autos Ford, en unión a 3M y General Electric Healthcare, estarán fabricando ventiladores para atender la demanda.
En los últimos tres meses, el Departamento de Salud compró 31 ventiladores, 11 a través de la Oficina de Bioseguridad y 20 a través de ASEM, dijo la agencia. Se desconoce qué cantidad de ventiladores será exclusivamente para los pacientes de coronavirus. La Gobernadora dijo en conferencia de prensa que hay 20 ventiladores disponibles en los cuartos de aislamiento del Hospital Universitario Ramón Ruiz Arnau (HURRA), recién designado como el hospital base para atender casos críticos de COVID-19.
Dos fuentes dijeron al CPI que aunque ya cuenta con ventiladores nuevos, el HURRA todavía carece de equipo esencial para sus cuartos de aislamiento, como máquinas para medir el ritmo cardiaco (telemetría) y el oxígeno (oximetría).
El infectólogo Santana Bagur reconoció que “estamos compitiendo con el resto del mundo, que tiene el mismo problema, y están escasos de mascarillas, guantes, batas, ventiladores”.
Los ventiladores son cruciales en el manejo de pacientes de coronavirus que tengan dificultad para respirar. Su uso es vital para mantener con vida a estos pacientes. Ante la escasez de recursos de salud, países como Italia han dejado en manos de los médicos el decidir quién muere y quién no. Han decidido no intubar a los pacientes más viejos.
El estado de Alabama cuenta con un plan para el manejo de los ventiladores, donde quedarían desprovistos de este equipo pacientes con cáncer metastásico, VIH, retardo mental severo, entre otros, de ocurrir una emergencia respiratoria en masa. Incluso, estarían desconectando a pacientes que dependen de ventiladores para que otros puedan utilizarlos. En dicho estado cuentan con 1,344 ventiladores, pero solo hay disponibles, en promedio diario, 800.
Delgado urgió a que se haga un diagnóstico temprano, haciendo las pruebas y que se lleve un rastreo de pacientes asintomáticos para evitar la propagación. Al momento, en Puerto Rico hay 79 casos de coronavirus confirmados y tres personas han fallecido. Al principio se informó de dos casos que se habían contagiado en la isla y que no tenían historial de viaje, pero el DS no pudo precisar qué otros casos, si alguno, se han contagiado comunitariamente.
En el Plan de Preparación y Respuesta COVID-19 del DS preparado en marzo solo se menciona como medida de preparación ante la enfermedad la adquisición de equipo de protección personal, medicamentos, vacunas y ventiladores. No especifica la cantidad que debería haber o que hay disponible en la isla, ni a qué facilidades se distribuiría.
¿Cuántos cuartos de aislamiento tiene Puerto Rico?
La cantidad de cuartos de aislamiento disponibles en Puerto Rico también varía dependiendo de a quién se le pregunte. Estos serían necesarios solo para la etapa más grave de los pacientes de COVID-19.
Entre los hospitales públicos y privados hay 382 cuartos de aislamiento pero, la cantidad de cuartos disponibles ya es menor porque parte de estos son usados por pacientes que necesitan aislamiento debido a otras condiciones médicas, explicó Plá.
La Gobernadora por su parte dijo que hay “cerca de 200 camas disponibles” en los hospitales privados para pacientes que necesiten aislamiento.
El Departamento de Salud, dice que hay 329 cuartos de aislamiento en los hospitales privados y 75 en los públicos, para un total de 404 cuartos.
Vázquez Garced agregó que de los hospitales públicos, además del Hospital Universitario Ramón Ruiz Arnau (HURRA), que tiene 23 cuartos de aislamiento, estarán usando el Centro Comprensivo de Cáncer para atender pacientes críticos. Allí hay solo 24 camas disponibles.
El Gobierno dijo que el HURRA tiene otras 400 camas regulares — dos fuentes sostienen que la cifra es mucho menor —, y Plá aseguró que existen directrices del CDC que permiten que los hospitales también usen sus cuartos regulares con pacientes de COVID-19, siempre y cuando el cuarto esté cerrado y se sigan las medidas de higiene.
El presidente de la Asociación de Hospitales ve con buenos ojos que se establecieran uno o dos hospitales para el manejo de los casos de coronavirus para así evitar que otros pacientes se contagien. Sin embargo, dijo desconocer si el hospital que se fuera a designar iba “a tener las camas suficientes para atender una circunstancia catastrófica, y vayan a tener que revertir (la decisión), y utilizar los hospitales regulares para poder suplir la necesidad adicional”.
Plá sostuvo que mientras se maneja la situación día a día, es posible que el Gobierno indague en otras posibilidades, como designar hospitales para cuidado crítico de coronavirus en cuatro regiones de la isla.
“Muchas de las recomendaciones iniciales, estrictas, que tenía tanto el CDC como la OSHA (Administración de Seguridad y Salud Ocupacional) se han ido liberalizando, desde las mascarillas hasta el equipo de protección y los cuartos de aislamiento”, explicó Santana Bagur.
El infectólogo agregó que estas directrices menos estrictas surgen “tras la experiencia de otros países donde literalmente hay pacientes en los pasillos acostados en el piso”, y donde no hay ventiladores y el riesgo de infección ha disminuido. Indicó que las nuevas normas permiten que se utilicen los cuartos de aislamiento con presión negativa en la fase inicial de la enfermedad del paciente, que es cuando se tendría que intubar y donde la severidad del virus es mayor, lo que representa mayor riesgo de transmisión a otras personas. A las dos semanas, aunque esté intubado y enfermo, el paciente puede pasar del aislamiento a cuartos de presión neutro porque el riesgo es mucho menor que en la fase aguda, pero debe haber una sola persona por cuarto o con un distanciamiento de seis pies o más.
La doctora Daphne Delgado dijo al CPI que si los hospitales tienen todas sus camas de aislamiento ocupadas, es posible que puedan utilizar otros cuartos para atender a pacientes con COVID-19 que tengan la enfermedad de forma leve o que estén asintomáticos, siempre que se sigan las recomendaciones de protección para evitar el contagio, como es el uso de mascarillas y que el paciente esté aislado.
Los periodistas Omaya Sosa Pascual y Luis J. Valentín Ortiz colaboraron en esta historia.