Liquidan bienes del manejador de inversiones Michael Williams, acusado de fraude a inversionistas y agencias del Gobierno de Puerto Rico por la SEC.
Por Joel Cintrón Arbasetti | Centro de Periodismo Investigativo
La orden del Tribunal federal del Distrito del Centro de Florida nombrando a Mark A. Kornfeld como síndico en un caso de fraude entró tarde el día 6 de marzo de 2020. A la mañana siguiente, Kornfeld se dirigió al BBT Financial Center, en la 1800 Second Street, en Sarasota, Florida y tomó posesión de la suite 855.
Desde el 2013 esa había sido la oficina de Kinetic Funds y Lendacy, empresas que el manejador de inversiones Michael Williams utilizó para defraudar a decenas de inversionistas de Puerto Rico y Florida, según un caso civil que sometió la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, inglés) a principios de año.
Dentro de la oficina, con un equipo de forenses, Kornfeld cambió las cerraduras de la puerta, revisó varios archivos e hizo un inventario de todos los artículos. La oficina, en el octavo piso de un edificio de ladrillo con suites de lujo, quedó vacía. Todo lo que había fue transportado a un almacén en Sarasota, ciudad al sur de Tampa. La renta allí era de $6,000 al mes, lo cual, según Kornfeld, “no estaba en el mejor interés de los inversionistas”.
Los inversionistas eran alrededor de 40 clientes del fondo de cobertura Kinetic Funds que administraba Williams. Las inversiones individuales fluctuaban entre los $1,000 a los $600,000, según documentos a los que tuvo acceso el Centro de Periodismo Investigativo (CPI). Las inversiones más grandes que recibió Kinetic Funds fueron hechas en 2016 por dos corporaciones públicas del Gobierno de Puerto Rico: la Corporación para el Fondo del Seguro del Estado (CFSE) invirtió $15 millones y la Administración de Compensaciones por Accidentes Automovilísticos (ACAA) invirtió $2 millones. Williams utilizó las inversiones de sus clientes para lucro personal, según la SEC.
Como síndico, Kornfel, socio del bufete Quarles & Brady, funge de administrador judicial con autoridad para liquidar las posesiones de Williams y de Kinetic Investment Group, que se compone de un grupo de alrededor de seis empresas, entre ellas Kinetic Funds, para devolver el dinero a los clientes defraudados.
Ahora los artículos de la suite que fue la oficina de Kinetic Funds están a la venta en una página de internet del administrador judicial. Mesas, sillas, escritorios, archivadores, escáner, bocinas, televisores, un sofá blanco, impresora láser, purificador de aire, trituradora de papel, tres controles de la consola de videojuegos Playstation y una caja fuerte negra de la marca Liberty.
Dentro de la caja fuerte, Kornfeld encontró “un número significativo de monedas de oro”. Las puso a la venta. Recibió siete ofertas, de las cuales escogió una por el 100% del precio actual de las monedas, valoradas en $223,877, que fueron depositados en la cuenta fiduciaria del administrador judicial.
Aproximadamente $21 millones en cuentas bancarias de Williams y sus empresas fueron congeladas. El tribunal monitorea y controla sus ingresos, entre los que se encuentran depósitos para el saldo de deudas y un pago mensual de $2,943 para “gastos de manutención” provenientes de un fideicomiso de $500,000 de Willimas que ahora está bajo custodia del síndico.
Apartamento y salarios pagos por inversionistas
Uno de los empleados de la oficina de Sarasota, es descrito en un informe del síndico como un “interno” que vivía en un apartamento equipado y alquilado a nombre de Kinetic Investment Group. El síndico le notificó al empleado y al arrendador del apartamento que la compañía no haría más pagos de renta. Los artículos del apartamento carecían de valor sustancial por lo que no fueron ocupados.
En la nómina de la oficina, había cinco empleados a quienes se les pagaba con fondos de Kinetic Investment Group. Una de ellas, Ida Passalacqua, era la pareja de Williams, quien vive en Puerto Rico y nunca trabajó en la oficina de Florida, dijo al síndico uno de los empleados que está colaborando con la investigación. El empleado, quien no es identificado, dijo que Passalacqua había asistido a Williams como intérprete y traductora en la compra del antiguo edificio del Banco Español del Viejo San Juan. Aparte de eso, no conocía ninguna función de Passalacqua para Kinetic Investment Group.
El 4 de mayo de 2018 Williams compró ese edificio de arquitectura afrancesada construido a finales del siglo XIX y que ubica en la calle Tetuán por $2,900,000 al Fideicomiso de Conservación. La investigación del síndico concluyó que el dinero utilizado para esa compra era “directamente rastreable” hasta las inversiones de los clientes de Kinetic Funds. Ahora el síndico se encuentra recibiendo ofertas y entrevistando potenciales corredores de bienes raíces para liquidar la propiedad en beneficio de los inversionistas defraudados por Williams.
El penthouse Villa Gabriela
En marzo de 2017 Williams compró un apartamento de lujo en el Viejo San Juan conocido como Villa Gabriela. La vivienda de estilo colonial, con penthouse, patio interior y estacionamiento, costó aproximadamente $1.5 millones. Kornfeld determinó que Williams compró la vivienda con dinero de los inversionistas de Kinetic Funds sin revelar que haría esa compra. Williams transfirió los fondos de la cuenta de Kinetic Funds a la cuenta de Lendacy, otra de sus empresas, y luego a su cuenta personal. La transacción descrita por el síndico coincide con el esquema que reveló el CPI en septiembre de 2019.
“Williams usó fondos de inversionistas que no tenía derecho a usar para comprar una residencia de lujo en una transacción que no tenía ningún beneficio para los inversionistas”, dice el informe que lleva la firma de Jordan D. Maglich, abogado asesor del síndico.
La defensa de Williams argumentó que la vivienda estaba fuera del alcance del síndico porque había sido adquirida de manera individual. En julio, las partes llegaron a un acuerdo en el que se transfirió el título de la propiedad al síndico. Ahora Villa Gabriela está a la venta por $695,000, dinero que sería redistribuido entre los inversionistas de Kinetic Funds.
Isla puente y sueños de criptomonedas
Michael Williams tenía la idea de usar a Puerto Rico como un“puente” para empresarios “del mercado financiero global”. Quería establecer en la isla el primer banco internacional con la tecnología Blockchain para transacciones de monedas virtuales como el Bitcoin. Llegó a Puerto Rico desde Florida en 2016, atraído por las exenciones contributivas del Gobierno. Fue beneficiario de la Ley 20 de exportación de servicios, la Ley 22 para el traslado de inversionistas extranjeros, la Ley 273 para entidades financieras, y consiguió contratos con dos corporaciones públicas.
El síndico está analizando la viabilidad de reclamaciones contra terceros que pudieron haber recibido pagos o transferencias a las que no tenían derecho y otras entidades que se hayan beneficiado inapropiadamente de las compañías bajo investigación, indica un informe judicial sometido por el síndico el 30 de julio.
Uno de los hallazgos que menciona el informe es la existencia de dos cuentas separadas con aproximadamente $10 millones en total que Williams mantenía para beneficiar a dos inversionistas cuya identidad no es revelada. Esto no necesariamente implica que esos inversionistas serán acusados. El tribunal podría optar por solicitarles “que devuelvan el dinero voluntariamente para evitar costos de litigación”, indica el documento legal. Hasta el momento Williams es el único acusado en el caso.
Una década de actividad financiera y más de un millón de documentos
Williams era promotor de la idea de que la ineficiencia gubernamental y la recuperación de un desastre como el huracán María propician las condiciones para hacer negocios, según entrevistas en medios financieros y conferencias que ofreció en Puerto Rico.
En 2019 organizó una convención con invitados internacionales en el Hotel Vanderbilt en Condado y una recepción de lujo en el Museo de Arte de Puerto Rico. Se alió a figuras influyentes de la escena política local, como el cabildero Jerome Garffer y Noel Zamot, en ese entonces Coordinador de Revitalización de la Junta de Control Fiscal, a quien reclutó como presidente de la Junta de directores del supuesto banco llamado Kinetic International.
Williams también donó $2,500 al exgobernador Ricardo Rosselló en 2017.
El Comisionado de Instituciones Financieras de Puerto Rico, en ese momento George Joyner, determinó que Williams cumplía con toda la reglamentación cuando éste solicitó una licencia de entidad financiera internacional para Kinetic International, lo cual le daría acceso a los incentivos de la Ley 273. Cuando el CPI entrevistó a Joyner en agosto de 2019, éste dijo que Williams canceló la licencia de manera voluntaria luego de enterarse de la investigación de la que era objeto. El banco nunca inició operaciones. Joyner dijo que la OCIF no tenía responsabilidad de investigar a Williams, “a menos que la investigación de la SEC de Florida de alguna forma impacte sus negocios en Puerto Rico”.
Además del Fondo del Seguro del Estado y ACCA, entre los inversionistas que invirtieron en Kinetic Funds se encuentran doctores, empresarios, universidades privadas y fundaciones de Puerto Rico, según documentos revisados por el CPI.
“La CFSE está en posición de esperar y ver cuales son los hallazgos, si ha habido alguna pérdida o ganancia y entonces tomar decisiones, entre las cuales se encuentra el cancelar el contrato [de Kinetic]”, dijo la CFSE en marzo cuando el CPI cuestionó a la agencia sobre esta inversión. Según la página de la Oficial del Contralor el contrato de Kinetic aún no ha sido cancelado. El CPI se comunicó con la CFSE para saber detalles actualizados sobre el contrato de Kinetic y la inversión, pero no hubo respuesta.
“Después de vender mi empresa de tecnología, invertí mi dinero en Puerto Rico porque creía que el Estado Libre Asociado ofrecía una oportunidad excepcional de crecer y prosperar”, dijo Williams en declaraciones escritas al CPI en marzo.
“Negamos estas acusaciones falsas y tenemos la intención de defendernos vigorosamente contra ellas. Hemos contratado una firma legal y un equipo de investigación de clase mundial y confiamos en que prevaleceremos”, añadió el inversionista entonces.
Un mensaje enviado al correo electrónico de Williams para obtener su reacción rebotó y una llamada telefónica no fue contestada.
En el proceso de investigación Williams ha tenido que dar varias contraseñas de cuentas de correo electrónico y servicios de archivo en nube. “Pero ha sostenido que de alguna manera no tiene la contraseña de una cuenta específica que parece ser el enlace principal a sus operaciones digitales”. La defensa de Williams sostuvo que piensan que las comunicaciones de Williams envuelven a “un número significativo de profesionales legales que están sujetos al privilegio de abogado-cliente y por lo tanto fuera del alcance del síndico”.
El síndico contrató a una firma de forenses expertos en tecnología de la información especializados en rescatar, analizar y preservar datos digitales. En total han rescatado más de un millón de documentos que ahora forman parte de la investigación.
Entre los documentos bajo investigación se encuentran algunos que reflejan las relaciones de cuentas de corretaje de Kinetic Funds con Bank of America/Merrill Lynch y con el banco de corretaje Interactive Brokers.
“El síndico y sus profesionales continúan investigando, revisando y analizando casi una década de estados de cuenta bancarias y de inversionistas”, indica el último de dos informes que ha sometido el síndico como parte del caso.
Debe estar conectado para enviar un comentario.